martes, 1 de noviembre de 2011

LOS JÓVENES Y LAS COMPETENCIAS TIC QUE REQUIERE LA SOCIEDAD?

Algunas reflexiones previas. Esta cambiante sociedad, caracterizada por el uso generalizado de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todas las actividades humanas y por una fuerte tendencia a la mundialización económica y cultural, conlleva una nueva cultura que supone nuevas formas de ver y entender el mundo que nos rodea, el uso de nuevas máquinas e instrumentos y la implantación de nuevos valores y normas de comportamiento.

En este nuevo contexto y para afrontar los continuos cambios que imponen en todos los órdenes de nuestra vida los rápidos avances científicos y la nueva "economía global", los ciudadanos nos vemos obligados a adquirir unas nuevas competencias personales, sociales y profesionales que, aunque en gran medida siempre han sido necesarias, hoy en día resultan imprescindibles. Además de las capacidades más "nuevas",relacionadas con la necesaria habilidad en el uso de las TIC o la conveniencia del dominio de varias lenguas, muchas de las capacidades que tradicionalmente requerían las personas se ven ahora influidas por las nuevas tecnologías. <http://www.peremarques.net/competen.htm>

¿ALGUIEN CONTROLA EL USO DE LAS TIC POR LOS JÓVENES? ¿HAY UN BUEN USO O UN ABUSO DE LAS TIC?

Algunas reflexiones previas. Los medios y canales tradicionales de información y comunicación que ocupaban nuestro tiempo cuando no teníamos la opción del ciberespacio, y a través de los cuales recibíamos también importantes dosis de educación informal, tenían muchas limitaciones; por ejemplo:
- Leíamos los libros y la prensa que teníamos a nuestro alcance, aunque podíamos ampliar nuestras posibilidades en las bibliotecas o mediante la compra de materiales en librerías y kioscos (prensa generalmente local)
- Escuchábamos la radio y veíamos la TV que nos daban, aunque con la proliferación de canales (públicos y privados, algunos de pago) teníamos algunas alternativas donde elegir; el vídeo también nos permitía completar la oferta de la TV.
- Nuestra posibilidades de difundir opiniones, demandas, creaciones artísticas de todo tipo eran muy reducidas: había que encontrar un editor o pagar un espacio en la prensa o acceder a un programa de radio o TV...
- Nuestro círculo de familiares y amistades con los que nos podíamos comunicar por teléfono o personalmente era obviamente reducido; establecer relación con personas no conocidas resultaba casi siempre complicado
- Jugábamos con los videojuegos y el software que teníamos a nuestro alcance o que nos dejaban los amigos.
Estas limitaciones, junto con un cierto control del dinero de los más jóvenes,  facilitaban que de alguna manera muchas veces la familia pudiera ejercer una cierta tutela sobre las actividades de ocio de sus hijos y sobre las consiguientes fuentes de educación informal. Ahora, con los nuevos, baratos y ubicuos medios y canales de comunicación e información que nos ofrece la telefonía móvil e Internet, estas limitaciones desaparecen. Y con ello se debilitan los tradicionales sistemas de control familiar. Si tenemos acceso al ciberespacio tenemos a nuestro alcance una información casi infinita sobre casi cualquier tema, lecturas, música, vídeos, videojuegos y posibilidades de comunicación (sin grandes requerimientos protocolarios) con cualquier persona o grupo que tenga presencia en el ciberespacio.
En el nuevo marco de la sociedad de la información, donde incluso los más jóvenes disponen de un fácil acceso universal a la información y la comunicación (móvil, Internet en casa y en el cibercafé),  la familia debe proporcionar, más que nunca si cabe, ejemplo y modelos de referencia. Cuando el control se hace casi imposible, solamente la "educación", la convicción por parte de los individuos de lo que es o no correcto podrá establecer cauces y ofrecer guías seguras para navegar por esta sociedad cambiante que nos pone al alcance de la mano todo tipo de sugestivas, pero no siempre convenientes, posibilidades.

INFLUENCIAS QUE EJERCEN LAS TIC SOBRE LOS JÓVENES

- Sobre la organización del tiempo diario: tiempo libre...
- Sobre la forma de relación con los familiares y amigos más próximos
- Sobre las habilidades sociales: comunicación, relación...
- Sobre la actividad física que realizan
- Sobre las habilidades de lectura y escritura
- Sobre las funciones cognitivas y emocionales en general
- Sobre el estilo de vida y los valores
- Sobre la salud: ¿aparecen nuevas patologías?

INSTRUMENTOS QUE SE UTILIZAN PARA LAS TIC

- Los instrumentos más TIC
- Teléfono móvil: ¿cuánto tiempo semanal dedican al móvil?, ¿qué modelos de teléfono tienen?, ¿cuánto gastan al mes en telefonía?, ¿qué jóvenes no tienen teléfono móvil?
- Teléfono móvil - servicios de pago: conversación, mensajes SSM y MMS, información, gestiones, acceso Internet WAP...
- Teléfono móvil - servicios integrados en el móvil: agenda, juegos, música, fotografía/vídeo, carga de música del ordenador, despertador...
- Fotografía y/o vídeo con cámara digital distinta del teléfono móvil
- Ordenador: ¿qué tipo de ordenador utilizan? (portátil, sobremesa..., características), ¿dónde lo utilizan? (en casa, en el centro educativo...), ¿qué jóvenes no disponen de ordenador? (propio o familiar)
- Ordenador - uso de programas herramienta (procesador de textos, editor gráfico, editores de sonido, hoja de cálculo, gestor de bases de datos, OTROS...): ¿qué programas?, ¿para qué los usan? (lúdico, estudio, trabajo)
- Ordenador - programas educativos / informativos:¿qué programas educativos?, ¿cuándo y dónde los utilizan?
- Ordenador - videojuegos: ¿qué videojuegos?, ¿cuándo y dónde los utilizan?, ¿cuánto tiempo dedican a la semana?
- Internet: ¿qué tipo de conexión utilizan? (RTB, ADSL/RDSI, cable...), ¿cuánto tiempo semanal dedican a Internet?, ¿dónde se conectan a Internet? (en casa, en el centro educativo, en salas Internet...), ¿qué jóvenes no disponen en casa de conexión a Internet?
- Internet - navegación y búsqueda en Internet: ¿qué buscan en Internet?, ¿que materiales se "bajan" de Internet?
- Internet - comunicación: uso del e-mail, participación en chats y foros, videocomunicaciones...
- Internet- uso educativo: e-learning, utilización de entornos colaborativos...
- Internet - realización de gestiones: telecompra, telebanco...

- Los "mass media" cada vez más digitalizados
- Prensa (en papel, digital): ¿qué prensa?, ¿cuánto tiempo semanal dedican?
- Radio (convencional, digital): ¿escuchan los jóvenes la radio?, ¿cuándo?
- TV: ¿cuánto tiempo semanal dedican a la TV? (para algunos 3ª actividad, después de trabajar y dormir) , ¿Cuáles son sus programas favoritos?

- Sin olvidar los entrañables tradicionales...
- Libros (en papel y digitalizados)
- Teléfono convencional: conversación, información, gestiones...
- Música: casetes, CDs, MP3...
- Vídeo, DVDs, MPEG...
- Videojuegos de bolsillo y consola

... Y más allá de las TIC quedarían otros componentes el ocio:
- Cine y espectáculos en directo
- Actividades deportivas y artísticas
- Simplemente paseos y encuentros con amigo
- Reflexión personal

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EL VIEJO MUNDO FÍSICO Y EL CIBERESPACIO

Estamos en la sociedad de la información. La sociedad de la información (ver: <http://www.peremarques.net/si.htm>) supone una ruptura definitiva con la sociedad industrial, el modelo anterior de organización social. Con el impulso que proporcionan el frenético avance científico actual (sobre todo en campos como la microelectrónica y la bioingeniería) y la hegemónica visión neoliberal y globalizadora de la economía que las TIC hacen viable, rápidamente se van transformando los sistemas económicos y los perfiles profesionales, las pautas comerciales y las normas de convivencia; toda nuestra forma de vivir está en continuo cambio. Los nuevos instrumentos tecnológicos y las nuevas visiones del mundo que se instalan en los países más desarrollados, suponen el advenimiento de una nueva cultura que transforma rápidamente nuestra sociedad y ahonda las distancias con las sociedades menos evolucionadas.
La "sociedad de la información", modelada por el avance científico y la voluntad de globalización económica y cultural, tiene entre sus principales rasgos una extraordinaria penetración en todos sus ámbitos de los medios de comunicación de masas, los ordenadores y las redes de comunicación. En ella la información, cada vez más audiovisual, multimedia e hipertextual, se almacena, procesa y transporta sobre todo en formato digital, con ayuda de las TIC.
En la sociedad de la información aparece una nueva forma de cultura, la cultura de la pantalla que se superpone a la cultura del contacto personal y la cultura del libro. Además, junto al entorno físico con el que interactuamos, ahora disponemos también del ciberespacio, entorno virtual, que multiplica y facilita nuestras posibilidades de acceso a la información y de comunicación con los demás.
Con el advenimiento de Internet, al empezar el nuevo siglo nos encontramos nuevamente ante la necesidad de redistribuir nuestro tiempo disponible. Para poder utilizar estos nuevos canales debemos liberar el tiempo que ocupábamos en otros medios que antes merecían más nuestra atención: la TV, los videojuegos, las reuniones con amigos, la lectura de libros y revistas... Y es que ahora las personas podemos repartir nuestra vida, nuestra interacción con el entorno entre dos mundos: el mundo presencial, de naturaleza física, tangible, constituido por átomos, regido por las leyes del espacio, en el que hay distancias; y el ciberespacio, de naturaleza  virtual, constituido por bits, libre de las limitaciones que nos impone el espacio, sin distancias. No obstante, los dos mundos comparten un importante parámetro que rige nuestra vida: el tiempo. Nuestro tiempo sigue siendo de 24 horas cada día, con independencia de que las pasemos en el espacio real o en el ciberespacio. Nuestro tiempo diario y vital sigue estando limitado.

Estamos ante un nuevo mundo, supercomunicado, más accesible, dinámico, apasionante, lleno de posibilidades para el desarrollo personal y social, pero también lleno de nuevos retos y problemas. Y más allá de las preocupantes problemáticas de carácter ecológico, el mayor de estos problemas es la exclusión. Los países y las personas que no tienen la posibilidad de acceder a los nuevos instrumentos, a la nueva cultura, quedan marginados, excluidos y cada vez más alejados de este nuevo y prometedor mundo del que hablamos.

LOS ORDENADORES, LOS MÓVILES, Y INTERNET

A mediados del siglo XX, y con la invención del ordenador, se va consolidando una nueva rama del saber, la informática, que estudia formas eficaces y eficientes de procesar de la información con medios automáticos. En la década de los 80, y con la aparición de los ordenadores personales (potentes, manejables y a precios asequibles) se produce una rápida difusión de los sistemas informáticos (hardware y software) que a su vez inducen importantes transformaciones en la organización del trabajo y en  la sociedad en general. Los ámbitos económico-laborales son los más afectados, ya que es aquí donde se aprovechan de manera más exhaustiva las funcionalidades de estos nuevos instrumentos tecnológicos (rapidez y fiabilidad de proceso de la información, interactividad y automatización de trabajos, capacidad de almacenamiento, versatilidad, bajo coste...). Pero poco a poco su uso se extiende a casi todas las actividades humanas (procesadores de texto, gestores de bases de datos...), incluyendo el ocio (videojuegos) y la formación (acceso a bases de datos, software educativo).

A finales de siglo se produce otro acontecimiento que marcará un hito en el proceso histórico de nuestra sociedad: aparece la "World Wide Web" (WWW), un nuevo entorno informativo-comunicativo en Internet, sencillo, intuitivo, capaz de organizar hipertextualmente todo tipo de información y de integrar cualquier tipo de media (texto, imagen, sonido, vídeo...). Con la WWW se dispara el imparable proceso de difusión universal de Internet y de todos sus servicios: correo electrónico, chats y videochats, otros foros virtuales y, por supuesto, la edición de páginas web de todo tipo. De todas las nuevas tecnologías, es Internet la que tiene un mayor potencial "revolucionario", ya que nos permite realizar "a distancia" y en cualquier momento muchísimas de las actividades que antes requerían presencialidad, facilitando además el desarrollo de nuevas actividades, muchas de ellas enriquecedoras de nuestra personalidad y de nuestra forma de vida, hasta ahora imposibles e incluso impensables.
Y finalmente llega el teléfono móvil, que permite establecer comunicación oral con otras personas en cualquier momento y lugar, enviar mensajes de texto (SMS) o e-mail, transmitir  una imagen local... Pronto (la nueva generación UMTS) permitirá establecer videocomunicaciones y navegar por todos los entornos de Internet (incluidos los entornos gráficos), de manera que podremos tener en el bolsillo y siempre a nuestro alcance todas las funcionalidades del teléfono, de  Internet y de muchos "mass media".

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LAS VIDEOCONSOLAS

A lo largo del siglo XX, los medios de comunicación fueron adquiriendo un papel cada vez más relevante en la vida de las personas. Más allá de los libros, la gran difusión de la prensa, el cine, la radio y, sobre todo, la progresiva universalización de la TV y el teléfono a partir de los años 60 y 70, influyeron sustantivamente en la organización de la vida social y doméstica, y se convirtieron en  poderosos agentes lúdicos y educativos, transmisores y homogeneizadores de la cultura dominante, pero también de las culturas (en plural) y en definitiva de la Cultura (en mayúscula).
Los medios de comunicación (incluimos aquí los "mass media" - medios de comunicación social - y también los "self media" - como el teléfono, el vídeo o las videoconsolas-), con sus múltiples  dimensiones (informativa, comunicativa, formativa, gestora y de entretenimiento) nos proporcionaron un abanico de funcionalidades que sin duda contribuyeron a una mejor satisfacción de algunas de nuestras necesidades, al tiempo que indujeron cambios sustantivos e inéditos hasta el momento en la vida de las personas y en la organización social.
- Los medios de comunicación ponen a nuestro alcance muchísima información, ampliando así nuestro entorno visual y perceptivo en general. La prensa, la radio y la TV nos tienen al corriente de lo que pasa en todas partes, podemos conocer fácilmente distintas culturas, puntos de vista, aunque también aumentan las posibilidades de que "expertos" en la manipulación de las personas modelen nuestros gustos y nuestros valores de referencia.
- Con los medios de comunicación resulta fácil comunicarse con las personas que son "importantes" para nosotros (a nivel personal o laboral). La difusión universal del teléfono y los "mas media" rompe el aislamiento al que nos sometía nuestra separación en el espacio y se amplia nuestro entorno relacional: en unos segundos el teléfono nos pone en contacto con cualquier persona, desde la radio o la televisión podemos llegar a grandes audiencias, la prensa nos permite difundir anuncios y expresar nuestras opiniones a grandes colectivos, etc.
- Los medios de comunicación nos facilitan la realización de trámites y gestiones, especialmente mediante la interacción que proporcionan algunos medios como el teléfono, la inserción de anuncios en la prensa...Algunos medios, como la televisión y el teléfono, hasta nos permiten el capricho de ir de compras sin movernos de casa; casi todos los canales de televisión tienen un espacio de teletienda..
- Los medios de comunicación nos proporcionan nuevas formas de entretenimiento,  nuevas maneras de "invertir" nuestro tiempo y de pasar el rato agradablemente, que rivalizan con ventaja (acceso sin desplazamientos, oferta diversificada...) con las formas tradicionales de ocio: lectura, conversación con familiares y amigos, audición de música, paseos, deporte...
 - Los medios de comunicación nos obligan a redistribuir nuestro tiempo disponible entre las actividades que podemos o debemos realizar, especialmente el tiempo que dedicamos al ocio. Prensa, cine, TV, vídeo... exigen tiempo, un tiempo que debemos restar a otras actividades. El día tiene 24 h., y esto supone una constante insoslayable.
Así, el creciente consumo de los medios de comunicación conlleva necesariamente que leamos menos libros, hablemos menos con la gente, etc. En la evolución histórica de la Humanidad, esta necesidad de reorganizar el tiempo personal y la dinámica social se ha presentado muy a menudo asociada a nuevos descubrimientos. Por ejemplo, los hombres y mujeres del Paleolítico ya tuvieron que reorganizar su tiempo y su organización social cuando evolucionaron hacia el Neolítico y descubrieron las posibilidades de la agricultura y la ganadería.
- Los medios de comunicación nos forman. Sus canales informativos, y también sus funcionalidades comunicativas, constituyen poderosos medios de educación informal con los cuales aprendemos - a veces ocasionalmente y a veces de manera intencional - conocimientos y habilidades, útiles e inútiles, correctos y erróneos, pero muchos de ellos válidos y necesarios para la vida. Además, especialmente el cine y la TV, nos impactan continuamente con modelos de conducta y criterios de valor que muchas veces modelan nuestro sistema de valores, inducen actitudes y nos impulsan a imitar ciertas conductas.
Si su influencia sobre los adultos es notoria, aún lo es mucho más sobre los niños y los jóvenes. Y es que parte de la educación informal que antes proporcionaba el entorno familiar a los hijos ahora, al reducirse los momentos de reunión y conversación de la familia y aumentar el consumo de estos atractivos medios,  son los medios de comunicación los que les proveen -apenas sin control y no siempre de manera adecuada- muchos de estos conocimientos, habilidades y referencias que necesitan los jóvenes para ir construyendo su personalidad y actuar socialmente. Esta reducción de la incidencia familiar en la educación de los hijos se debe a múltiples causas: desde la mayor integración de la mujer en el mundo laboral, y pasando precisamente por la redistribución de "su tiempo" que hacen los padres cuando integran el uso de estos medios en su vida cotidiana, hasta la incertidumbre e inseguridad como educadores y transmisores de valores que sienten ante los vertiginosos cambios culturales y sociales que estamos viviendo.